El perro caminaba las calles de Mar del Tuyú: lo habían adoptado en una estación de servicio y era muy querido por los vecinos de la zona. El 13 de agosto fue asesinado sin piedad: Rodriguez Adrían, comerciante del lugar, lo ató a una caja de su camioneta y lo arrastró cientos de metros hasta matarlo.
A tres meses, los vecinos homenajearon a la mascota con un monumento que lo recuerda. "En memoria de Rubio quien, con su triste partida, unió al mundo convirtiéndose en un pilar contra el maltrato animal", dice la placa recordatoria del monumento.
Fuente: Clarín.
