La crisis en Santiago de Chile estalló con el incremento del 3,75% del precio del metro. La suba provoco malestar en la sociedad chilena, en particular en los estudiantes universitarios, quienes iniciaron la protesta al entrar al subte en grupo sin pagar el boleto y además, levantaron las mamparas de cobro para que nadie tuviera que pagar.
Los días siguientes, las protestas se volvieron masivas, lo que provoco el cierre de todas las estaciones del metro y como consecuencia el colapso del tránsito. El estado por su parte, desplegó un plan de seguridad con tanques y efectivos del Ejército en los principales sectores de disturbios, como Plaza Italia y declaró Estado de emergencia, lo que incluye toque de queda.
Las protestas dejaron más de 300 detenidos y más de 100 heridos, ante todo esto, el Presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció que darán marcha atrás con la medida que pretendía aumentar la tarifa de pasajes del Metro de Santiago.
