El estado de Sao Paulo, epicentro de la COVID-19 en Brasil, superó el 90 por ciento de ocupación hospitalaria, con más de una veintena de hospitales colmados de pacientes con el virus, y con una tendencia en marzo de récords diarios de fallecimientos por COVID-19.
"Ya no nos sirve de nada abrir más camas, no damos abasto", dijo en conferencia de prensa Edinho Araújo, alcalde de Sao José do Río Preto, una de las ciudades que encabezó la política de confinamiento total.
“Lamentablemente una persona en la ciudad murió por no poder conseguir una cama. También estamos en colapso", dijo Covas el Intendente de la región al canal GloboNews, ante el cual comentó la falta de estructura de fiscalización de su propia gestión para decretar el confinamiento total (lockdown).
La medida de cierre total durará del miércoles al domingo y podrá prorrogarse, en tanto que el lunes volverá a funcionar el transporte público apenas para transporte trabajadores esenciales. Durante el cierre total, los supermercados podrán atender para entregar a domicilio.
Brasil ya alcanzó un promedio diario semanal de muertes superior a las 2.000.
