La medida, que fue publicada en el Boletín Oficial, tiene el objetivo de disminuir la ocupación de camas en hospitales y sanatorios privados en medio de la segunda ola de coronavirus. 

Al entrar en vigencia esta medida, “los efectores del subsistema de salud privado y los de la seguridad social deberán reprogramar y suspender, durante el plazo de 30 días corridos, la atención programada y las intervenciones médicas vinculadas a patologías que con criterio médico no sean de carácter urgente o que no puedan ser discontinuadas o postergadas”.