Las primeras versiones señalaban que el cuerpo de Luz Belén Marino de 16 años fue encontrado en el interior de la vivienda ubicada en Muñiz y Padre Salvaire, en Lujan, con un cable alrededor del cuello y que, pese a las distintas maniobras que intentaron para salvarla, no pudieron reanimarla. Así surgió la primera hipótesis: el suicidio. Pero se desdibujó en menos de 72 horas.

Detuvieron a su novio, un joven de 22 años llamado Cristian Zanetti. La autopsia determinó que las causas de la muerte de la menor fueron por “estrangulamiento y/o asfixia mecánica”. La conclusión de los forenses fue contundente y dio un vuelco a la causa, que se recaratuló como “femicidio agravado”. El fiscal a cargo de la investigación pidió entonces la detención de la última persona que la había visto con vida: su novio.